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PEC 4 – Diseño Especulativo: Paradigmas de interacción.

Se conoce como diseño especulativo la manifestación por la fascinación escéptica por la tecnología que se lleva a cabo mediante el planteamiento de preguntas y la creación de escenarios que definan las posibilidades para prepararnos para retos inconvenientes y facilitar un camino al futuro más deseable y responsable. A continuación se verá cómo se aplica esa base para realizar un diseño especulativo a partir de un objeto físico cotidiano no tecnológico.

El este caso se ha elegido como objeto cotidiano una gorra. Así que descontextualizando e imaginando que es la primera vez que se ve este objeto, se podría definir de la siguiente manera:

Objeto de tela con forma redonda, que posee una visera y un cierre en los extremos opuestos.

Al ser un objeto abierto y relativamente pequeño se descartan algunas ideas como que sirva de almacenaje, funda de balón, etc. Sin embargo, sí que se puede deducir su funcionalidad analizando sus affordances, puesto que se trata de un objeto bastante simple:

  • Es de tela, por lo que podría ser una prenda de vestir.Partes de una Gorra Trucker – Aritta® ? | Tienda de Gorras
  • Tiene forma redonda, por lo que podría ser para la cabeza.
  • Tiene una visera alargada que podría proteger los ojos.
  • Tiene un cierre en el lado opuesto a la visera que podría servir para ajustarla. Aunque existan cierres de varios tipos como snapback (la tira de plástico con puntitos), hebilla o velcro, en todos los casos se intuye que son mecanismos de ajuste.

 

No obstante, dependiendo de la función que se le quiera dar, se puede ver usada en escenarios muy diferentes.

  • Como accesorio de ropa con fines estéticos: gorras conjuntadas con la ropa, sin finalidad alguna más allá de dar estilo y que puede variar su forma de uso como poner la visera hacia un lado o hacia atrás. El escenario en este caso podría ser cualquiera: en clase, en el bar, en una celebración, etc.
  • Como herramienta de protección solar: formando parte de algún uniforme o como accesorio de ropa especialmente si la persona va a estar en el exterior y hace calor. La gorra evita que el sol dé directamente en la cabeza y la visera protege los ojos de la luz para una mejor visión.
  • Con otros usos alternativos: como recaudar dinero después de una actuación en la calle, identificarse estéticamente con alguna banda urbana en concreto, pasar desapercibido y hacer más difícil que te reconozcan, o incluso como proteger los ojos de posibles golpes al ir de aceituna.

Sin embargo, no deja de ser una pieza de tela cuyas alternativas, a menos que se le añado algo de tecnología, son bastante limitadas. Pero, ¿qué pasa si se le añade tecnología a una gorra? ¿Existe alguna posibilidad de que nos sirva para comunicarnos de manera no presencial? Y mejor aún, ¿también no verbal?

Una de las principales ventajas que hacen de la gorra un objeto especialmente interesante es su continuo contacto con la cabeza. En la cabeza está el cerebro y el cerebro es realmente como el ordenador de nuestro cuerpo, por donde todo pasa y donde todo se procesa: emociones, sentimientos, memoria, movimientos, impulsos, etc. Esto hace que prácticamente toda la funcionalidad del cerebro esté al alcance, aunque sea de manera limitada.

Teniendo en cuenta esa ventaja que ofrece el objeto, la atención se centrará en cómo se puede usar esa información del cerebro para brindar la oportunidad de forzar un cambio social que mejore el futuro de las personas. Y si pensamos en futuro, irremediablemente pensamos en salud, que es lo que suele truncar esos planes a largo plazo. Además, si pensamos en salud y lo juntamos con el hecho de que la gorra se ponga en la cabeza, irremediablemente saltará la alarma de “salud mental“.

En los tiempos que corren, la salud mental ha tomado especial importancia por el ritmo de vida que llevamos y el modelo de consumo y producción en el que centramos nuestras principales actividades. Además, la pandemia ha hecho que estos números aumenten. De acuerdo a cifras oficiales, en España se produjeron en 2021 un total de 3941 suicidios. Esto es una media de 11 suicidios diarios. Además, según la OMS, en España existirían unos 20 intentos por cada suicidio. Eso significa que en un año podrían producirse en torno a 80.000 intentos de suicidio al año en España y que entre dos y cuatro millones de personas posean ideación suicida a lo largo de su vida.

Juntando estos datos con las posibilidades que ofrece una gorra al incorporarle tecnología, se ha llegado al diseño de MoodCap:

 

Por supuesto no es un diseño perfecto y se le podrían hacer cientos de modificaciones. Sin embargo, plantea un debate muy interesante sobre cómo la tecnología puede ayudar en la prevención del suicidio.

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